El trabajo diario como
selectora de personal, en los alrededores de la Capital Federal, tiene como constante, la toma de conciencia
sobre las deficiencias educativas de los jóvenes que concurren a diario en busca
de un trabajo digno.
El requerimiento de las
empresas para cualquier tipo de trabajo es el título secundario. Esto es
lógico, cada día los procedimientos productivos aumentan en tecnología y
requieren chicos que aunque no sean calificados, tengan una base que les
permita incorporarse a la producción con mayor celeridad.
Esto que acabo de expresar no
es, sin embargo, nuestro escenario real.
Alrededor del 70% de jóvenes
que concurren, deben entre una y tres materias del secundario, en sus c.v.s
dicen tener secundario completo, pero ante la pregunta: “tenés titulo”, la
respuesta es: “no, debo materias”, es como que ante el hecho de no tener que
volver a la escuela luego del final del secundario, se da como hecho consumado
la finalización de los estudios.
Decidí entonces ahondar en el
tema preguntando: “que materias debes?, la respuesta entonces mayormente es:
Inglés, Matemática, Física, Contabilidad, que son las mas frecuentes.
Muchos dicen haber intentado
dar esos exámenes, pero fallan, la mayoría tiene hijos pequeños, a pesar de ser
muy jóvenes, me pregunto: para qué quieren saber inglés, si apenas manejan el Castellano?
Creo decididamente que los
chicos no tienen la culpa de no ser debidamente formados por los colegios
secundarios, las materias parecen no tener connotación con la verdad social en
la que viven.
Creo que las autoridades tienen
una deuda educativa con ellos, no sería posible darles alguna capacitación
alternativa por seis meses por ejemplo sobre temas que realmente puedan
afrontar con mayor facilidad y darles ese título secundario que tanto les
solicitan las empresas?
Nosotros, los que interactuamos
diariamente con la sociedad laboral, tenemos la obligación de ayudar a los que tienen menores oportunidades, a
mejorar, porque casi todos tienen el deseo y las ganas de hacerlo, pero las
puertas están cerradas para ellos. Nos es mas fácil exigir cualidades y
formaciones que abrir nuestras mentes y ver que la realidad es totalmente
diferente, nuestros chicos no alcanzan niveles de conocimientos suficientes
para ser, aunque sea, el primer eslabón de una cadena de producción, pero
repito, no tienen la culpa.
Estoy segura que todos los que
como yo, trabajan con recursos humanos estamos dispuestos a colaborar con las
autoridades, dando información adecuada, para entusiasmar a las personas que lo
necesitan, a lograr estos objetivos que para una gran parte de la sociedad son
obvios y que para ellos es un horizonte lejano e imposible a primera vista.
Siempre digo, que buscar
trabajo, es un trabajo, en este caso dificultado aún más por una circunstancia
que solos, no pueden resolver.
Ana Chapman